Ciudades peligrosas
Hoy decidí caminar algunas horas. No tenía ganas de subirme a ningún medio de transporte. Así que caminé y cada vez que pasaba por una tienda, veía los pizarrones que anuncian las noticias de los periódicos, son algo así como el anzuelo para que uno entre a comprar el periódico. Lo que se leía era algo así. “Fotos del asesinato en un autobús de Islington”. No entré pero hace un momento me enteré de la historia en un pub. Un joven negro, el día de ayer a las 10 de la noche, arrojaba, en la parte de arriba del camión de la ruta 43, papas fritas a los pasajeros. Parece que la gente se enojaba y bajaba pero no faltó el civilizado que le dijo al rijoso que hiciera favor de dejar de hacer aquello. Se dice que la respuesta fue instantánea, en lugar de arrojar una papa más, asesinó a cuchilladas al que alzó la voz. Y todavía me falta contar la del sábado, donde bajamos de un camión porque olía a quemado. En fin, habrá que revisar la nota roja de la ciudad de México y otros barrios del mundo, digo, sólo para atemperar y relativizar la situación.