Justo acabo de leer en Proceso una carta abierta de Javier Sicilia a los políticos y a los criminales de este país. Es una carta con motivo del brutal asesinato de su hijo Juan Francisco y sus amigos Julio César, Luis Antonio y Gabriel; es una carta que habla por muchas muertes más. En ella dice: "Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas, desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no pertenece a la naturaleza -la muerte de un hijo es siempre antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huerfano ni viudo, se es simple y dolorosamente nada-, desde esas vidas mutiladas, repito, desde es sufrimiento, desde la indignación que esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre." Y el día de hoy, 2 de abril de un terrible año más, Javier Sicilia dejó la poesía. Leyó su último poema en el Zócalo de Cuernavaca. Lo transcribo estremecido, pensando en que todo el dolor y sentido que produce escribir es incomparable al de...